El padre de Andrew y Valentine, Howard Collins, había sido un famoso descubridor inglés. Dejando de lado sus deberes paternales, se había embarcado en multitud de viajes, que le habían llevado a recorrer una gran cantidad de tierras inexploradas. Sin embargo, algo de lo que vio en su último viaje le llevó a la locura. A su vuelta, comenzó a pasar grandes temporadas encerrado en su despacho, negándose a recibir a nadie.
Un día, mientras Andrew y Valentine jugaban en el jardín, en el interior de la casa comenzaron a escucharse toda clase de gritos y golpes. Andrew hizo que Valentine se escondiera en la caseta de herramientas del jardinero, mientras él entraba a mirar. Cuando llegó la policía, toda su familia y los criados habían muerto, siendo el propio Andrew el único superviviente. Nunca se llegó a aclarar qué era lo que había pasado, y el niño jamás se atrevió a contarlo.
Un día, mientras Andrew y Valentine jugaban en el jardín, en el interior de la casa comenzaron a escucharse toda clase de gritos y golpes. Andrew hizo que Valentine se escondiera en la caseta de herramientas del jardinero, mientras él entraba a mirar. Cuando llegó la policía, toda su familia y los criados habían muerto, siendo el propio Andrew el único superviviente. Nunca se llegó a aclarar qué era lo que había pasado, y el niño jamás se atrevió a contarlo.